Cuando los azúcares se toman solos, estos se absorben rápidamente por el tracto digestivo y pasan al torrente sanguíneo provocando un aumento rápido del azúcar en sangre, lo que se llama un pico de glucosa en sangre. Sin embargo, cuando hay además grasas y proteínas en el estómago, la glucemia es menor porque la absorción es más lenta, al digerirse con mayor lentitud estos nutrientes.
Con el aumento en sangre de la glucosa, se segrega insulina, que hace que la glucosa pase al interior de la célula para que pueda ser utilizada como energía. En las personas con resistencia a la insulina, las células no captan la glucosa, por lo que esta se queda en el torrente sanguíneo generando un nivel alto de glucosa en sangre. Los niveles altos de glucosa en la sangre dañan los ojos, los riñones, los nervios y los vasos sanguíneos.
A continuación le presentamos Los 9 formas de bajar los picos de azúcar alta en la sangre en el siguiente video:
En personas sin resistencia a la insulina y que tomen azúcares solos, se produce un aumento del nivel de azúcar en la sangre muy rápido, y por consiguiente, un pico de insulina alto. Esto aumenta el apetito, con el consiguiente aumento de peso si se siguen ingiriendo alimentos, y el riesgo de padecer diabetes y enfermedades del corazón.
También cuando se ingieren grandes cantidades de azúcar solo, como en el caso de tomar bebidas azucaradas, el azúcar entra en mucha cantidad y a mucha velocidad al torrente sanguíneo. Esto tiene otra consecuencia y es que el azúcar se convierte en grasa en el hígado. Esta es la causa de que se desarrolle resistencia a la insulina, obesidad, y, como hemos dicho, enfermedad cardíaca, diabetes tipo 2 e incluso cánceres.
El azúcar, al descomponerse en la digestión, se divide su composición en 50 por ciento en glucosa y 50 por ciento en fructosa. La glucosa es la que hace que se produzca un pico de glucosa en la sangre y la fructosa es la que se va al hígado.
Hoy en día las dietas se han occidentalizado, lo que significa que a los alimentos se les añade fructosa, a los alimentos envasados. Esto hace que consumamos mucha fructosa, mucha más de la que debiéramos consumir.
Un producto alimentario industrial es el jarabe de maíz, es una de las alternativas a la sacarosa, más dulce y más barato que otros productos elaborados con caña de azúcar.
Este producto tiene una composición muy simple, no existe un enlace químico que lo una entre sí. Por lo tanto, no necesita digestión, sino que pasa directamente y a una gran velocidad al torrente sanguíneo y al hígado, produciendo, como decíamos antes, lipogénesis, es decir, la producción de grasas triglicéridos y colesterol.
Además, la fructosa produce agujeros en el intestino, permitiendo que sustancias como subproductos de bacterias intestinales tóxicas y proteínas parcialmente digeridas, pasen al torrente sanguíneo produciendo la inflamación de las células, obesidad, diabetes, cáncer, enfermedades del corazón, demencia y envejecimiento acelerado.
Los carbohidratos complejos son alimentos que hacen que el nivel de glucosa en la sangre sea bajo, por lo tanto, el nivel de insulina también será bajo. A esto hay que añadir que no se producirán los altibajos de glucosa, es decir, que suba mucho el nivel de glucosa en la sangre para luego bajar también muy rápidamente. Este descenso brusco produce cansancio y hambre.
Son carbohidratos complejos, por ejemplo, los guisantes, los frijoles, los granos enteros y las verduras.
También hay otra solución a la toma de azúcares y es el sustituirlos por otros azúcares alternativos más saludables, como la estevia, la miel cruda local, la melaza, el yacón jarabe o el jarabe de Arce.
Por otro lado, vamos a ver algunos alimentos que bajan los niveles de azúcar en la sangre y que nos ayudan a conservar un corazón sano y un apetito más estable. Estos alimentos son:

Las nueces
Las nueces tienen gran cantidad de ácidos omega-3, lo que ayuda a reducir el azúcar en sangre y a mantener la insulina estable. Además, mejora los vasos sanguíneos y previene enfermedades cardíacas, arteriosclerosis y diabetes.
El aguacate
Tiene gran cantidad de fibra y grasa, ayudando a reducir el colesterol, complicación que surge en quienes tienen diabetes. Tiene potasio, folato, dieciocho vitaminas, y minerales.
Las bayas
Las fresas, los arándanos o las frambuesas tienen muchos antioxidantes y fibras, son bajas en calorías y en glucemia. Son la merienda perfecta para quienes tienen diabetes.
Los limones
Tienen vitaminas y antioxidantes. Ayudan a reducir el impacto de la glucosa de los carbohidratos en la sangre y mejoran la digestión. Se pueden tomar con agua antes o durante la comida, en verduras o con carnes.
El ajo
También ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre. Es antibacteriano, antiséptico y tiene propiedades antivirales. Estimula el páncreas a producir más insulina. Reduce la presión arterial, dilata los vasos sanguíneos y ayuda en la dilución de la sangre, mejorando con todo esto la circulación. Fortalece el sistema inmunitario y los órganos vitales, como el hígado, los riñones o el páncreas.
Los frutos secos
Tienen mucha fibra, por lo que ayudan a mitigar el hambre. Además, están compuestos por una grasa muy saludable para personas con diabetes. Se recomienda comer poco cada día, debido a la elevada cantidad de calorías que tienen.
Las legumbres
Tienen también mucha fibra, soluble e insoluble, lo que ayuda a reducir la absorción de grasas y azúcares.
Las manzanas
Un compuesto de las manzanas es la quercetina. En estudios en Finlandia esta sustancia ayudó a bajar un 20 por ciento las muertes por problemas cardíacos derivados de la diabetes.
La quercetina también se encuentra en la cebolla, los tomates y los vegetales verdes.
Comentarios