7 Cosas que a las mujeres les encanta en la intimidad y se cohíben decir

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Hay postura, caricias, besos y fantasías que les hace sentir a ellas en la cima, situaciones que las llevan a la a sentirse casi en la luna y les encantaría hacer, pero no lo expresan por sus tabúes y para no verse pervertidas. 

 
1) Aceptar intimidad oral: Muchas expresan que no pero cuando están en el sitio ideal lo comienzan a disfrutar tantas veces como sea posible. 

2) Posición de perrito: La postura de perrito a varias les avergüenza diciendo que la posicionen de esa forma y más aún iniciarlas, sin embargo, es una de las posturas que más deleite y placer les aporta. 

3) No es una muñeca hinchable: Hay muchos hombres que cometen el error de hacer el amor con la chica que tienen al lado sin mostrar pasión alguna. Les hacen sentir que son un simple agujero, una muñeca hinchable o un juguete sexual. No están AHÍ con ELLA. Simplemente están rozándose con algo esperando a alcanzar el clímax. Y, amigos, no hay nada que corte más el rollo que eso. 

4) No es NO: Si ella te dice que te pongas el preservativo, te lo pones. Si ella te dice que no quiere sexo anal, lo asumes y no insistes. Si ella te dice que ha cambiado de opinión y que ya no quiere tener sexo contigo, te fastidias. No es NO. Y no solo en la cama. No es una esclava sexual, no tiene que hacer todo lo que dices si no le apetece. 

5) Un orgasmo, mínimo: El sexo no debería terminar solo con el orgasmo masculino, especialmente si ella aún no ha tenido uno. Si vas a estar demasiado agotado después de llegar, asegúrate de que ella ya se haya ocupado de antemano. Un buen amante siempre espera a que ella alcance el clímax o, como poco, intenta que coincidan en el tiempo. No hay nada menos erótico (y de principiantes), que un hombre que alcanza el orgasmo sin esperar a su pareja o sin ni siquiera preocuparse por si ha llegado. Si eres de esos, sigue entrenando con tu mano y luego ya lo intentas con una mujer. De nada. 

6) Juegos preliminares: Lo hemos dicho hasta la saciedad, pero sigues sin hacerlo. Mal. Aunque veas a tu compañera super lubricada y con ganas de pasar a la penetración, es importante que dediques unos minutos (¡¡¡unos minutos!!!) a su cuerpo. Como sabes, ellas tienen muchas más zonas erógenas que tú, y cuanto más las estimules antes del coito, mejor será su orgasmo y, por tanto, el tuyo. Crees que no tiene relación, pero haz la prueba. Párate en sus pezones, en sus pechos, en su cuello, en su pelvis y en su vagina. Y luego, utiliza tu pene. 

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